Análisis de Olija, Una breve pero satisfactoria aventura

Viaja junto a Faraday en búsqueda de Olija y los enigmas de Terrafagia.

Creo recordar que era junio de 2020 y muchas compañías estaban realizando su “vídeo de sustitución” del E3. La mayoría de estos vídeos fueron todo lo contrario a lo que queríamos ver, e incluso muchísima de la gente que decía que el E3 estaba acabado y que todo debería ser online, acabó echándolo de menos.

Entre tanto vídeo insulso, hubo una conferencia que se mantuvo fiel a lo que llevaba realizando los últimos años, la conferencia de Devolver Digital.

Se dedicaron a mostrar juegos desde un punto de vista cómico y muy actuado. Todo tenía un sentido, pues la historia se entrelazaba con la de años anteriores. Algunos títulos, como es obvio, sorprendían más que otros, pero siempre se mostraba ese cariño por lo indie que tanto gusta de Devolver.

Entre esos indies hubo uno que destacó, que llamó la atención tanto de la prensa como de los jugadores, que con su arte pixelada, su paleta de colores, su estilo “metroidvania” y, lo que parecía ser una jugabilidad innovadora, prometía ser un pelotazo en toda regla. Ese juego, era Olija.

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Olija es un título desarrollado por Skeleton Crew Studio que nos sumerge, nunca mejor dicho, en la historia de Faraday, un Lord de esos que no encontrarás en la vida real, una persona que al ver como su pueblo estaba condenado, decide tomar cartas en el asunto y marchar en busca de recursos.

Durante esta aventura, el barco en el que se encuentran tanto Faraday como su tripulación naufraga, despertando después en la misteriosa Terrafagia, sufijo -fagia por cierto, que proviene del griego y que añadido a nombres femeninos significa ‘comer’.

Nada más comenzar mi aventura en Olija, pude observar lo cuidado que estaba el arte pixelado, parecía simple, pero le daba una personalidad y una belleza increíbles. El diseño de los escenarios es correcto, no te perderás ni nada por el estilo, ya que es bastante lineal y no hay grandes ‘secretos’. Las diferentes zonas no son demasiado extensas y con el arpón -objeto muy importante en la historia del juego-, te moverás con facilidad por cada una de ellas.

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El sonido es otra de las cosas que me volvieron loco. La mezcla de flamenco con la música japonesa, los diferentes instrumentos que podemos diferenciar, como el saxofón y la guitarra, los ruidos ambientales en los diferentes entornos… todos los sonidos en Olija, te transportan con Faraday.

Cabe destacar también, en el aspecto “sonoro”, que en el juego el idioma que hablan los personajes es inventado, y solo podrás entender las palabras Olija y Faraday. Eso sí, el título viene perfectamente subtitulado a nuestro idioma.

Ahora me toca hablar un poco del sistema de combate. El arpón no solo te permitirá moverte rápidamente por el escenario y acceder a zonas que sin él no podrías, sino que también puedes utilizarlo a la hora de enfrentarte a tus enemigos. No es que el combate en Olija sea muy complicado, más bien, es simple. En un principio, y cuando aún no tengas ningún tipo de armamento, solo podrás dar patadas y puñetazos.

Simple no significa malo, y es que aunque a veces el arpón da problemas, las peleas se sienten muy cómodas y se pueden realizar combos con las diferentes armas que encontraremos a lo largo de la aventura.

Algo que puede influir mucho en el combate son los diversos sombreros que podemos crear con los materiales que vamos recolectando, tanto nosotros mismos en nuestras internadas en cuevas, como los que encontrarán los marineros que mandemos específicamente a buscar recursos.

Estos sombreros -aunque no voy a decir que hace cada uno-, funcionarán mejor en algunas zonas que en otras. Intenta crearlos lo antes posible para sacar una ventaja clara a la hora de combatir, aunque tampoco te harán mucha falta, ya que si algo le falta a Olija, es dificultad.

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De la historia nunca me gusta contar demasiado, por eso de no entrar en los spoilers. Si a mí no me gusta que me los hagan, ¿por qué debería hacerlos yo en un análisis?

Lo que si puedo contar es que, aunque el juego sea bastante corto (unas 4 horas), la historia que nos cuenta Thomas Olsson es sincera e indaga en temas ciertamente tristes. A medida que avances en el juego, esta aventura mágica te atrapará y te hará tener ganas de conocer más aún su misterioso universo.

Tu cometido no será solo el de darle caña a los enemigos y bosses de Terrafagia, también deberás buscar a los miembros desaparecidos de tu tripulación (hasta un total de 10). Esto hará que ellos viajen a Marearroble, un campamento que irá tomando forma cuantos más habitantes lleguen a vivar sobre sus maderas.

Conclusiones

Puede que Olija haya decepcionado a una parte de las personas que esperaban un metroidvania de 50 horas y rejugable. Es más, yo mismo pensaba que mínimo estaría 15 o 20 horas. También esperaba una mayor dificultad. Pero es que en realidad no va de eso. Olija es un juego minimalista muy mimado en cuanto a lo artístico y lo sonoro. Olija es una historia de náufragos hambrientos queriendo volver a casa, una historia de amor, de esperanza… Olija es un claro ejemplo del refrán “Bueno, si breve, dos veces bueno”.

[NOTA: 8]

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